Día 4: Logroño - Viloria de Rioja. (04-08-10) 74Km.


Hora de Salida  07:00h
Hora de llegada 17:00h

El cuarteto formado por la definitiva incorporación de Florentino al grupo, (disfrutaríamos de su compañía hasta llegar a Santiago), deja Logroño, no sin antes disfrutar de un gratificante paseo en bicicleta por la ciudad aún sin despertar, en nuestro afán por encontrar las preciadas flechas amarillas que nos guían  en nuestro caminar. Esta ciudad empezó a tener importancia en el Camino de Santiago en el S.XII, cuando San Juan de Ortega construyó el puente sobre el río Ebro. Descubrimos su catedral de Santa María la Redonda , antiguamente era la iglesia del palacio real de Alfonso VII. Cruzamos la calle de los Portales, eje principal de la ciudad, atravesando el casco viejo y la plaza del Mercado, donde se conservan las casas más antiguas de la ciudad, dejamos la ciudad por la carretera N-111, hasta que las flechas amarillas nos desvían por pista hacia Navarrete. Desayunamos con fuerza y continuamos para afrontar el alto de San Antón y acompañados de campos de viñedos llegamos a Nájera. Alonso buscando una tienda para comprar un chubasquero, Antonio intentando arreglar la cámara de fotos y Tino y yo buscando el monasterio de Santa María la Real al otro lado del río Najerilla, el caso es que nos perdimos los unos de los otros y no nos encontraríamos hasta 20 Km más tarde en Santo Domingo de la Calzada. Florentino y yo visitamos el monasterio de  Santa María la Real http://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_Santa_Mar%C3%ADa_la_Real_de_N%C3%A1jera  fundado en el 1.044 y en el que están enterrados los reyes de Navarra ya que esta ciudad fue la capital del reino durante los Siglos X y XI. Salimos de Nájera y atravesamos Azofra y Cirueña continuando por pista hasta llegar a Santo Domingo de la Calzada http://www.santodomingodelacalzada.org/laciu_historia.htm. En el trayecto de Nájera a Santo Domingo conocimos a Juan, un bicigrino que venía de tierras catalanas en bicicleta y que era la tercera vez que hacía el camino así que el cuarteto pasó a ser un quinteto. Una vez en Santo Domingo nos agrupamos en la plaza junto a su monumento principal, la catedral realizada en diferentes estilos ya que tardó siglos en ser terminada, de la plaza nacen varias calles muy comerciales que impregnan el casco antiguo de una interesante actividad  turística. Desde el campanario de la catedral se puede disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad, lo podemos saber gracias a Antonio que es el único que subió y  nos pasó las fotos. Vale la pena también visitar su ayuntamiento, de estilo barroco.
Como el reloj marcaba directamente la hora de comer nos disponemos a buscar un restaurante con un buen menú del peregrino con el objetivo de reponer fuerzas ya que habíamos decidido continuar un ratito por la tarde hasta Viloria de Rioja para dormir en un peculiar albergue donde Florentino nos había reservado plaza.
Una vez repuesto fuerzas dejamos Santo Domingo rodando por pista llana hasta llegar a Grañón último pueblo de la Rioja, las flechas amarillas nos llevan a Redecilla del Camino, ya en la provincia de Burgos, Castildelgado y finalmente Viloria de Rioja pueblo donde nació Santo Domingo de la Calzada en el 1019. Siguiendo las flechas llegamos hasta el albergue Acacio & Orietta, es un albergue muy peculiar donde te alojas por la voluntad y te incluye la cena y el desayuno. Es  pequeño,  más o menos un aforo de 10 personas, con unas costumbres muy tradicionales, en el sentido que intentan mantener vivo el verdadero espíritu del albergue de peregrinos, socorrer y atender al caminante sin ánimo de lucro. Puedes consumir y utilizar todo lo que necesites, se realiza una cena en común donde después de bendecir la mesa al estilo hospitalero mediante una especie de conjuro, se realiza una puesta en común de los motivos o intereses por los que cada uno está realizando el camino y lo que espera de él. Éramos a la mesa dos italianos, dos Brasileños, nosotros cinco y Antonio otro peregrino de Lérida más el hospitalero Acacio y Orietta su compañera, no había mucha comunicación pero después del ejercicio de reflexión todo el mundo se soltó la melena hablando los unos con los otros y se creó un ambiente muy agradable, nos encontrábamos a gusto. Una buena experiencia, gracias Acacio & Orietta.  http://caminodesantiago.consumer.es/refugio-de-peregrinos-acacio-y-orietta