Día 11: Sarria - Melide. (11-10-10) 73km.


Hora de salida - 08:00h.
Hora de llegada-14:00h.

Portomarín

Después de 11 días desde que salimos de Mengíbar, el encontrarnos tanta gente que comienza su camino en Sarria, nos hace sentir una sensación  rara, como la que experimenta un niño que  está en el último curso del colegio y cree  que ya lo sabe todo, sintiéndose superior a los demás niños. El tema es que nos vamos dando cuenta de que iniciamos un nuevo día, una nueva etapa con la intención de dormir en Melide, a tan solo 60km de Santiago de Compostela,  realmente empezamos a ser conscientes de que esto se acaba y de que nuestra aventura toca a su fin. Dejamos Sarria y comenzamos a rodar por territorio gallego en un continuo sube y baja en el que nos vamos encontrando infinidad de aldeas y pueblecitos, Rente, Barbadelo, Puerto Leiman, Cortinas, Erea, Morgade, Mirallos, Moutras, Parrocha, es increíble, pero te encuentras una población cada dos Km., la abundancia de señales en el camino hace casi imposible que te pierdas,  flechas amarillas, monolitos, cruceiros, etc. Por fin llegamos a Portomarín, desde la orilla del embalse de Belesar, construido en el río Miño, este pueblo mira con nostalgía las aguas que ocultan al Portomarín original, el cual quedó sepultado bajo el Miño al construir el embalse. En el nuevo pueblo se reconstruyó piedra a piedra la iglesia de San Nicolas del S.XII, la fachada de San Pedro y parte de dos palacios renacentistas. Salimos de Portomarín por un estrechísimo puente metálico que cruza el río Miño a una altura considerable. Encaramos una muy dura subida por pista de tierra rodeados de un magnífico bosque de robles, pasando por una interminable fila de aldeas, pueblos, fuentes, pallozas, refugios de peregrinos, restos de hospitales y muchos horreos y sobre todo nos llama la atención la cantidad de peregrinos que nos encontramos. Seguimos avanzando    y engullendo km a la vez que poblaciones Gonzar, Castromaior, Hospital, Ventas de Narón, Palas do Rei, continuamos camino sortenado vacas, que por cierto son enormes, Casanova, Coto frontera entre la provincia de Lugo y A coruña, Furelos y Melide, nos dirigimos siguiendo las flechas amarillas al albergue municipal, y cuando llegamos a él nos encontramos con la movida, una cola del copón esperando, o más bien rezando para no quedarse en la calle entre ellos nosotros que éramos los últimos. Si no conseguíamos entrar dentro de los elegidos tendríamos que continuar hasta el siguiente pueblo Boente 7 Km más, teniendo en cuenta que eran más de la 2 de la tarde y la cantidad de peregrinos que había, seguramente que en el siguiente pueblo, al que llegaríamos cerca de las tres de la tarde, tampoco habría alojamiento y cuanto más tarde peor, es decir o conseguíamos alojarnos aquí o ya lo íbamos a tener complicado. Por suerte entramos todos, el alberge de Melide es muy nuevo y todo esta muy bien cuidado a la vez que construido y pensado para satisfacer las necesidades del peregrino, tiene varias plantas diáfanas con literas, amplias duchas y dos suites abuhardilladas en la última planta para cinco personas cada una, pues tuvimos la gran suerte de caer en una de ellas. Después de comer pequeña visita a la ciudad y para la cena obligada visita a la famosa "Pulpería Ezequiel" a disfrutar del mejor pulpo del mundo. Al tener nuestra suite privada, montamos un pequeño guateque por la noche a base de crema de urujo gallego, buen recuerdo de Melide y por supuesto os aconsejo el albergue.http://camino.xacobeo.es/albergues/albergue-de-melide