jueves, 15 de diciembre de 2011

Día 12:  Melide-Santiago de Compostela. (12-08-10) 60 km


Hora de Salida-  08:00h
Hora de llegada- 12:30h


Amanece un día esplendido en Melide pero cargado con un matiz extraño, una mezcla de tristeza, satisfacción y neviosismo nos invade, somos conscientes de que nos vamos a montar en las bicis para cerrar una experiencia de 11 etapas en bicicleta que nos ha llevado  a cruzar España desde el Pirineo Navarro hasta el corazón de Galicia.
Salimos de Melide para retomar el camino, atravesamos infinidad de aldeas, bosques y arroyos, por una ruta salpicada de horreos, cruceiros, muchas vacas y al igual que en la jornada del día anterior, el terreno es un continuo sube y baja, un paisaje donde predomina el color verde y el olor a vegetación.Comenzamos a rodar cómodamente hacia Boente, Castañeda y  Arzua. El ambiente es extraordinario, muchos peregrinos que cada vez están más cerca de su objetivo, las conversaciones son joviales y las caras demuestran que aunque físicamente, la mayoría no están para tirar cohetes, la fuerza de voluntad mueve montañas. Pereiriña, Calzada, Salceda, Xen, Sirene y Arenal 200 m. la cota más baja de todo el camino. A partir de aquí una subida de 4 Km., por una pista forestal con buen piso hasta coronar en el Aeropuerto de Lavacolla, Lavacolla cuyo nombre viene porque los peregrinos se lavaban en su río para llegar dignos a Santiago. Proseguimos camino, San Marcos y Monte do Gozo desde el cual se puede divisar la ciudad de Santiago. Es aquí donde empiezas a creerte que estás llegando. Cogemos carretera para entrar en la zona moderna de Santiago de Compostela y poco a poco nos adentramos en la ciudad hasta llegar a los aledaños de la catedral, la actividad es frenética, cientos de peregrinos se mueven por la zona, al llegar a la plaza del Obradoiro el sonido de gaitas nos pone el vello de punta. Nos encontramos con un continuo desfile de bandas musicales, todas ellas ataviadas con los trajes típicos de la zona y con la gaita como protagonista. Después de hacernos unas fotos con la catedral de fondo, soltamos las bicis y nos disponemos a visitar la Catedral y dar una vuelta por los alrededores, Pazo de Xelmírez, Pazo de Raxoi (hoy día el Hotel Reyes catilicos), el Ayuntamiento, etc. Después del pequeño tour por el centro nos disponemos a realizar los trámites necesarios para regularizar nuestra azaña, de manera que nos dirigimos a la oficina del peregrino para sellar la credencial y recibir la Compostelana. Como debíamos alquilar el coche con el que volver a Mengíbar al día siguiente, y la cola en la oficina del peregrino era kilométrica, decidimos dividirnos. Así que mientras Antonio se encargaba de las credenciales, Alonso y yo fuimos a resolver lo del coche, de lo cual volvimos justo a tiempo para recoger la Compostelana personalmente. En cuanto al alojamiento, alquilamos unas habitaciones en un piso gracias a unos contactos de nuestro compañero Juan.
 Después de comer nos fuimos a cargar el coche para dejarlo preparado para el día siguiente. Por la tarde visitamos la ciudad, fue grato encontrarnos por sus calles compañeros peregrinos con los que días atrás habíamos compartido tramos del camino e intercambiado impresiones. Florentino hizo de guía ya que había estudiado medicina en Santiago y conocía la ciudad. Nos enseñó las calles más características y los monumentos más emblemáticos así como los bares y tascas típicamente compostelanas del casco antiguo por las que fuimos celebrando nuestra aventura hasta que el cuerpo aguantó.

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